Las acciones integradas del plan Brasil Sin Hambre se centrarán en los más de 33,1 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria en el país, las cuales serán identificadas por gestores y profesionales que trabajan en las redes de salud y asistencia social del país. El Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Combate al Hambre ha publicado este lunes (4) un documento para orientar cómo debe ser atendida esta población.
El gobierno define la inseguridad alimentaria y nutricional como “la incapacidad de tener acceso regular y permanente a alimentos de calidad y cantidad suficientes, en los niveles leve, moderado y severo” y menciona la desnutrición, el sobrepeso, la obesidad y las deficiencias de micronutrientes como consecuencias del problema.
Además de definir y facilitar la identificación, el documento orienta a los gestores y profesionales de los sistemas de salud y asistencia social para que den prioridad a los niños, mujeres embarazadas, ancianos, personas sin hogar, refugiados, población negra, hogares encabezados por mujeres, pueblos indígenas y comunidades tradicionales en riesgo potencial de inseguridad alimentaria y nutricional.
En la planificación y ejecución de las acciones integradas se ha dado prioridad a la compra y suministro de alimentos procedentes de la agricultura familiar regional.
Fuente: https://agenciabrasil.ebc.com.br
