La Policía Federal Australiana logró incautar 200 kilos de cocaína que se encontraban ocultos en el casco del buque Chemstar Sapphire, el cual había recorrido diversos países, incluyendo Uruguay. El sorprendente descubrimiento tuvo lugar en el puerto de Melbourne, gracias al uso de un vehículo submarino operado a distancia. Los efectivos de seguridad dieron a conocer este destacado logro el pasado viernes 22 de septiembre. Uruguay se ha convertido en un punto de partida caliente para la droga que viaja hacia destinos en todo el mundo, incluyendo Europa, Asia y Oceanía.

El Chemstar Sapphire, como se ha informado en varios medios australianos, hizo una parada en el puerto de San Lorenzo, Argentina, a principios de julio. Posteriormente, permaneció anclado durante 12 días en el puerto de Santos, Brasil, antes de detenerse por 3 días en Montevideo, Uruguay.

Este itinerario ha despertado la preocupación de las autoridades aduaneras argentinas y la fiscalía antinarcóticos argentina (Procunar), quienes han anunciado el inicio de una investigación internacional para desentrañar la “nueva ruta” utilizada por el narcotráfico entre Sudamérica y Oceanía.

Operativo de incautación en el Buque Chemstar Sapphire

La incautación de la cocaína se llevó a cabo gracias a la detección de “un accesorio sospechoso en el casco” del buque por parte de un vehículo submarino australiano. Tras este hallazgo, un equipo de buzos altamente especializados se desplazó al lugar de los hechos y procedió a recuperar varios paquetes de cocaína que se encontraban ocultos en el interior del buque. Todos los paquetes fueron confiscados de manera exitosa, tal como afirmó la policía de Australia en un comunicado oficial.

Según la información proporcionada por la Receita Federal de Brasil, ocultar una cantidad significativa de droga en la “caja de mar” de un buque como el Chemstar Sapphire solo podría llevarse a cabo mediante la intervención de buzos tácticos altamente entrenados.

Esta práctica clandestina ha cobrado incluso vidas en el pasado, como lo demuestra el trágico fallecimiento de un buzo en Australia el año anterior. El buzo perdió la vida mientras participaba en una operación para retirar 50 kilos de cocaína que estaban ocultos en el casco de un buque cerealero. Las autoridades han formulado la hipótesis de que su muerte se debió a un desafortunado accidente durante la operación.

La investigación preliminar sobre este caso se ha ampliado significativamente, con el objetivo de determinar si existe alguna conexión con casos anteriores. Las autoridades aduaneras han estado trabajando de manera coordinada con Procunar para abordar esta nueva ruta del tráfico de cocaína hacia el continente oceánico. La profundización de la investigación busca esclarecer cualquier vínculo o patrón que pueda existir en esta alarmante tendencia del narcotráfico internacional.