Un papelón Mundial: las gestiones de Chile y la ANFP (con millonario depósito incluido) que terminaron en un portazo de la FIFA a la ilusión de la Copa 2030.
El fútbol chileno sufre uno de los golpes más dolorosos que ha recibido en el último tiempo. Ya no dentro de la cancha, donde se han vuelto cada vez más recurrentes. Ni siquiera en los pasillos, donde también se han vivido fracasos rotundos. Ahora basta un posteo en redes sociales para desbaratar una ilusión. Un tuit del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, la echa por tierra. “Creímos en grande. El Mundial Centenario 2030 comienza donde todo se inició”, escribe, inicialmente, el paraguayo. Y luego añade el anuncio que se transforma, simultáneamente, en un disparo al corazón de las aspiraciones nacionales: “¡Uruguay, Argentina y Paraguay serán sedes de los partidos inaugurales del #Mundial Centenario”. La pregunta surge por añadidura: ¿Por qué no está Chile?
La respuesta, por el momento, no está muy clara. De hecho, el anuncio de Domínguez, que no incluía al país, sorprendió a la ANFP, donde aún no se animan a señalar a responsables. El paraguayo explicó con cierta tibieza la ausencia nacional. “En realidad originariamente se hablaba de dos países, que eran Uruguay y Argentina. Luego se amplió el Mundial de 32 a 48 equipos y se agregó en ese contexto a Paraguay y luego se agregó a Chile. Es cierto que en esta oportunidad no está Chile, lo que no significa que no vamos a trabajar para que Chile o esté o le encontremos algo de esta talla. Es una decisión que la toma FIFA, no nosotros. Ellos son los que determinan cómo y qué. Este es el momento en el que ya hay que comenzar trabajando en las sedes”, explicó el máximo dirigente del fútbol de la región, en una conferencia de prensa que convocó para el anuncio. En abril, de hecho, se habló de un Mundialito con la participación de los monarcas planetarios en la eventualidad de que la sede del Mundial de 2030 se le adjudicará a otra candidatura.
La noticia llega justo cuando Chile se apresta para otro megaevento deportivo. Los Juegos Panamericanos están a la vuelta de la esquina y, con certeza, concitarán la atención de todo el país. De hecho, la intención inicial era aprovechar la instancia para darle un fuerte impulso a una candidatura que, hasta que se realizaron los planes, contemplaba al país, que había manifestado firmemente su compromiso en los gobiernos de Sebastián Piñera y Gabriel Boric. El compromiso era absoluto e incluía a las autoridades de todos los niveles, partiendo por los respectivos gobiernos, que participaron activamente en las mesas de trabajo y reuniones que se realizaron en forma periódica. En ese contexto, la realización de los Juegos en Chile serviría como una instancia para volver a juntarse. De hecho, se proyectaba una cita del más alto nivel, para el 20 de octubre: se realizaría en La Moneda y la encabezaría el Presidente Gabriel Boric. Por el lado del fútbol, además de los presidentes de las federaciones que postulaban a la realización, estaría el timonel de la Conmebol, Alejandro Domínguez, quien aparecía como el principal aval de la postulación del bloque.
Ahora, en cambio, la sorpresa e incredulidad se mezclan con la incertidumbre. En La Moneda esperaban que la realización de los Juegos Panamericanos se transformara en un reflejo de la capacidad de Chile para organizar megaeventos y, por ende, en un aval para la idea de traer el Mundial. De hecho, a ese certamen están invitadas autoridades del más alto nivel. Naturalmente, la intención era aprovechar la justa para intensificar los acercamientos y compromisos.
En la ANFP, en tanto, destacaban los avances sustantivos que habían tenido las gestiones. Sin ir más lejos, subrayaban que en junio se materializó un trámite clave: se pagó a la FIFA la inscripción de la candidatura, cuyo costo le implicó a cada federación participante el pago de unos US$ 950 mil. En la ANFP reconocen que el depósito existe, pero debía ejecutarse en las próximas semanas.
La suscripción del compromiso, al margen de la formalidad, parecía una nueva muestra de que la intención sudamericana era seria y concreta y, por cierto, que incluía a Chile. La próxima semana se produciría otro hito clave. “Recibiremos los requerimientos finales”, apuntaba Michael Boys, director ejecutivo de Juntos 2023, la corporación que se encarga de los aspectos formales de la postulación.
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El resto de las acciones, según destacaban en Quilín, apuntaban en el mismo sentido. Incluso resaltaban el compromiso estatal, a través del Ministerio del Deporte. “Se ha mostrado sumamente interesado y colaborativo y ha participado activamente en las reuniones que se han programado, por la vía presencial o telemática, precisamente con el finalidad de dar a conocer los avances en distintas materias”, resaltaban. En ese sentido, el vínculo con el ministro Jaime Pizarro, una personalidad estrechamente ligada al fútbol, era directo.
Fuente. LT